Es una película que a mi parecer intenta dar falsos golpes bajos y queda a mitad de camino. Melissa McArthy y Chris O'Dowd interpretan a una pareja que vive una tragedia irreparable y ahora enfrentan una crisis matrimonial, ella haciendo malabares con su empleo y el férreo intento de hacer una huerta, y él internado en un centro de salud mental. Lo que parece ser una película "inspiradora" termina siendo algo raro: dos actores dedicados a la comedia, interpretando a medias, personajes dramáticos. Todo sigue a medias tintas mientras avanza el film, y hay situaciones desconectadas de la realidad como un veterinario, que antes fue psicólogo. Seamos sinceros, no es un personaje habitual en al vida real y menos en un film dramático.
En resumen: tibia, sin condimento, sin giros...no bastó.
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