Esta película brasilera nada tiene que ver con el carnaval, las playas, ni la cidade maravilhosa. Nos situamos en Paris, en el siglo XIX, y nos acomodamos para ver esta historia verídica, basada en la vida de Leon Rivail, mundialmente conocido como Allan Kardec.
Rivail era un profesor que abrazaba fervientemente a la ciencia y a todo lo que ella y la razón pudieran explicar, hasta que por un poco de casualidad y un poco de curiosidad, comenzó a adentrarse en el mundo del espiritismo. Eran épocas donde la iglesia católica tenía demasiado poder y cualquier pensamiento no incluido en la biblia era blasfemo y condenatorio. Es así que las sesiones para conectarse con el mas allá, eran a escondidas y tomadas muy en serio. Rivail, que por naturaleza debía encontrarle una explicación a todo, se vio sumergido en un mundo diferente y cayó rendido a sus pies. No dejaría que estas prácticas queden en la oscuridad, y escribió "El libro de los espíritus" bajo el seudónimo de Allan Kardec. Este libro ha sido reeditado en 16 oportunidades y traducidos a decenas de idiomas en los últimos 160 años, por esta obra, hoy se conoce a Kardec como el padre del espiritismo.
En cuanto a la película, esta bien contada, pero las actuaciones parecen forzadas y los textos sin personalidad, como si fueran repetidos de memoria. Una pena que una historia como esta sea llevada al cine de manera tan chata y sin fuerza. Es sosa, le faltan todos los condimentos, cocción y amor.
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