Esta serie de Corea del Sur tiene un par de años de Netflix, en algún momento la recomendé en redes, pero la aparición de una película (spin off) me da lugar a contarles de que se trata.
Ambientada en el medioevo oriental, derrocha excelencia visual con el increíble vestuario, palacios y paisajes. Es una serie contada con un timing rápido, misterioso, resolutivo y si hubo exceso de presupuesto, se nota que utilizaron hasta el último centavo muy inteligentemente.
Una serie histórica, de terror y acción que sabe dosificar y mezclar los géneros maravillosamente, y a pesar de contar con capítulos largos, no podrás pausar sin antes haber visto dos o tres al hilo.
Un peligroso y extraño virus se esparce rápidamente, y el príncipe heredero al trono viajará hacia el norte para resolver la situación. El paralelismo con Juegos de tronos es inevitable, pero a la vez, las diferencias son enormes.
Son solo 2 temporadas de 6 capítulos cada una, y una película (Kingdom: Ashin del norte) que funciona como precuela e historia paralela a la serie.
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