El pasto siempre es más verde en el jardín del vecino, y aplica a trabajos, vivienda, estilos de vida, países, todo ejemplo es válido. Los motivos para cumplir un objetivo son subjetivos, y eso ocurre porque simplemente somos todos diferentes. No siempre tu lucha es mi lucha; no siempre debemos entender los motivos del otro; no siempre podré ponerme en tus zapatos ni vos en los míos.
Y de esto se trata "La vida que queríamos", una película austríaca original de Netflix, y que compite representando al país para ganarse un lugar en los Oscars del 2021, como mejor película internacional.
"La vida que queríamos" es un drama que tocará de cerca a muchos; un matrimonio que atraviesa el cuarto tratamiento de fertilidad, con todo el stress y desgaste que produce en los cuerpos, en las mentes y en las parejas. Unas vacaciones a solas en Cerdeña en busca de paz, tranquilidad, sol y aire renovado; se ven "oscurecidas" por la convivencia con una familia con dos hijos en el mismo hotel.
Palabras hirientes, palabras que no salen de la boca y que se quedan atravesadas en la garganta, ojos que ya no lloran, creencias, aceptación y resiliencia. Una película que por momentos es lenta, pero nunca deja de atrapar. Es un buen ejemplo para entender que no todos recorremos los mismos caminos, y que a veces la aceptación, es parte de la sanación.
Muy interesante, la voy a ver!