Protagonizada por Gloria Carra , esta película argentina, logró incomodarme, ponerme nervioso y angustiarme. Laura es editora literaria y está sola en su casa de veraneo supervisando la construcción del quincho. Este trabajo llevará unos días, mientras que los aprovecha para descansar y trabajar.
Laura se deja llevar por un impulso, y tras una noche de sexo con el capataz de la obra, son descubiertos por los albañiles y éste es el inicio de la pesadilla.
En ausencias del capataz, los albañiles se toman libertades desproporcionadas, como ingresar a la casa sin permiso, llevar invitadas y decenas de situaciones fuera de lugar.
Me entretuvo por momentos muy breves, pero no la recomiendo por la resolución de trama.
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