Esta serie de 12 capítulos llega desde Corea para que la ames o la odies. La recepción es más que positiva, todos amaron Navillera, excepto quien escribe y les explico el por que.
Lee es un joven veinteañero casi huérfano, rodeado de algunos amigos, con un trabajo que lo sostiene, y una pasión que lo empuja a mejorar: el ballet.
Con el dolor de haber perdido a su madre y la ausencia de un padre en prisión, Lee encuentra en la danza, un espacio para expresarse y liberarse de todo aquello que lo lastima. Lee no es un eximio bailarín y la presión de su profesor irá aumentando hasta el punto designarlo como profesor exclusivo de Sim, un septuagenario jubilado, que en los últimos años de su vida emprenderá esta aventura. Su sueño de bailar ballet tuvo que ser aplazado para formar una familia y trabajar, si bien ahora no cuenta con juventud ni talento, Sim demuestra ganas de aprender y un muy fuerte deseo de cumplir su sueño.
La historia es hermosa pero le falta pasión, no tiene condimentos, pareciera que fue pensada para la tercera edad, sin sobresaltos y sin fuerza.
Espero que puedan disfrutarla, y ser parte de la mayoría. Pero humildemente opino que no aprueba.
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