Un convicto obtiene la libertad tras 20 años de encierro, la única persona que lo ayudó a salir de la cárcel es su profesora del colegio, quien ahora intentará tenderle una mano para comenzar su reinserción social. Los diálogos son maravillosos y la actuación de Jay Duplass como protagonista de este drama, conmueve durante todo el film.
La historia parece empantanarse por momentos, pero la mera imagen de un hombre que no sabe como vivir en libertad y que a sus casi 40 años se comporta como un adolescente adormecido, hace que ver esta película valga la pena.
No es la mejor película del mundo, pero es interesante salirse de las grandes producciones por un rato y ver un poco mas allá.
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