Podría decir que es la típica película política americana, donde los buenos son los periodistas y los malos los políticos. No verás una vuelta de tuerca ni una idea nueva.
No logra ser una mala película porque el desfile de actores como Russell Crowe, Ben Affleck, Helen Mirren y Rachel McAdams, elevan el status del film y sin ellos la crítica realmente sería negativa.
Stephen Collins (Affleck) es un congresista modelo y mimado en el ambiente político, y de buenas a primeras debe lidiar con el aparente suicidio de su asistente. Allí aparece el periodista Cal McAffrey (Crowe) que a su vez debe aceptar a regañadientes la orden de su jefa (Mirren) para cubrir e investigar si esta muerte es realmente un suicidio o un crimen. Cuando se destapa la olla no hay forma de volver atrás, una red de engaños y secretos quedan expuestos y la punta del ovillo pone en jaque a las esferas mas altas de la política. Aquí no hay buenos o malos, sino, un poco buenos y un poco malos. Me hubiera gustado ver un giro inesperado, algo que me sorprenda y me evite decir que es una película plana, donde deberás prestar atención a los diálogos. Insisto sobre la calidad de las actuaciones, que logran que esta película, pase de mala a "ni fu ni fa".
Comments