El rey Timothée Chalamet interpreta a otro rey, Enrique V de Inglaterra, quien reinó 9 años, falleciendo a sus 35 en Francia.
Enrique era un joven con problemas de alcohol, excesos varios y lo suficientemente rebelde como para ser un familiar lejano de Harry, el casi ex-príncipe actual. Enrique V fue coronado muy joven y se dudaba de su capacidad incluso fuera de los limites del reino. Tal así que el príncipe francés, protagonizado por un ridiculizado Robert Pattinson (con extensiones rubias y acento galo), le regaló a Enrique V una pelota. Mofarse de su corta edad y experiencia regalándole un juguete, fue una mojadita de oreja que a Enrique no le gusto nada. Hoy en día, lo hubiera eliminado del grupo de Whatsapp, pero en ese entonces eran mas dramáticos y organizaron cual fiesta clandestina, la batalla de Azincourt, donde terminaron todos en un tole-tole muy bien logrado, muy visual y épico.
Allí Enrique, además de ganar territorios reclamados, ganó el respeto de su pueblo y muchos followers si hubieran existido las redes... o al menos la electricidad.
Las escenas bélicas están muy bien logradas, lo tienen todo, sangre, sudor, fuerza y no son extremadamente largas. Lamentablemente la historia esta contada sin giros ni sorpresas. El relato es plano y el dialogo no fluye.
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