Sinceridad visceral: no me gustan los musicales. Lo vi por 4 motivos, Ryan Murphy, indiscutido creativo, director y productor de este film; Meryl Streep como protagonista, y apenas un escalón debajo, pero con el mismo espacio y brillo, James Corden, Nicole Kidman y Andrew Rannells. Todos funcionan en conjunto, y la película tiene un tiempo para dejar lucir a cada personaje. Me gustó el despliegue, las coreografías, el vestuario, la colorimetría ( apaaa te sorprendí eh) y las actuaciones en líneas generales.
No me gustó que sea extensa, 2.10 hs cantando hasta para ir a comer, me parece un despropósito. Y tampoco me gustaron algunas resoluciones mágicas que se dan ante ciertos problemas. Por ejemplo, necesito dinero y por arte de magia lo encuentro sin esfuerzo. Es un musical para adultos, no un producto animado para niños donde todo se justifica con fantasía. El inicio de la película es una mezcla perfecta entre Hollywood y Broadway con música, luces, New York, glam, celebridades, flashes y glitter. Una explosión de colores brillantes y alegría. La historia si bien entretiene y deja un excelente mensaje de aceptación, verdad y liberación, a la vez, se va apagando de a poco.
En resumen, la historia quiere ser la protagonista y esto opaca el brillo de las primeras figuras. Sentí que al principio todo funcionaba, pero luego la historia va para un lado y los actores para otro. Me quedo con el Ryan Murphy creador de American Horror Story, Pose, Ratched, e incluso, Comer, rezar y amar. Mas allá de lo que no me pudo gustar, los invito a verla y disfrutar del arte de actores completísimos, música pegadiza y una puesta en escena colorida y divertida.
Comments