Joselito nunca quiso ser Joselito. Nunca quiso tomar la comunión, pero lo hizo para poder llevar "un vestidito" de monaguillo, Joselito era una fantasía impuesta por la necedad de su madre. Joselito pronto moriría para que pueda nacer: Cristina Ortiz Rodríguez "La veneno".
Nada fue fácil, ni su niñez ni adolescencia, ni su camino durante la transición. Cristina era irreverente, vulgar, engreída, desagradecida y petulante. Pero tenia "algo" que hipnotizaba y atraía, y esa atracción pronto fue traducida a billetes...muchos billetes. La fama repentina y casual, y la inocencia pueblerina, ultimo ápice de Joselito en Cristina, la llevaron a la cima de toda España. "La veneno" visibilizaba la comunidad travesti de la única manera que sabia hacerlo: en tetas y sin pelos en la lengua.
La serie retrata sin poesías ni metáforas la espantosa vida de Cristina, aunque para ella fue hermosa. Su mente fantaseaba, mientras que su confianza desmedida a quienes la rodeaban y su analfabetismo le jugaban malas pasadas.
La historia me gustó, pero hay escenas totalmente repulsivas e innecesarias que bajan la valoración y credibilidad de la propuesta. Aunque, comprendo que la necesidad de estas escenas puntuales se justifiquen bajo la personalidad de "La veneno".
Así que esta vez, te lo dejo a tu criterio...pone play o seguí de largo...
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