Serie de terror y suspenso psicológico y sobrenatural, que si bien es adictiva, no termina de convencer. No es un mal producto porque atrae, entretiene y necesitas saber el desenlace, pero no tiene grandes aspiraciones y se queda a mitad de camino. Tiende a confundir al espectador más de lo necesario, y apunta a una resolución apurada en el último episodio.
Dan restaura cintas de video para el museo donde trabaja, su jefe le pide una restauración de un cassette que estuvo en un incendio y éste lo logra con éxito. En la cinta ve a una mujer relatando que se mudará al edificio Visser y entrevistará a sus actuales moradores para sus tesis de antropología. Dan investiga rápidamente y descubre que el edificio se incendió en 1994 y 13 personas fueron declaradas desaparecidas.
El dueño de la cinta queda muy conforme con su desempeño, y le ofrece a Dan usd 100 mil a cambio de restaurar toda las colección de cintas en una casa/bunker en el bosque. El requerimiento es extraño pero el dinero lo vale, y Dan comienza su investigación.
Apariciones espectrales, cultos satánicos, desvaríos psicológicos y una red ocultista dispuesta a todo, marcarán el ritmo de esta serie disponible en Netflix para darle play.
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