Como un caballo desbocado, La Maldición de Bly Manor trepó al puesto número 1 en el top ten de Netflix Argentina en cuestión de horas. No era para menos, en 2018 Mike Flanagan nos hizo ir a dormir con la luz prendida y alguna estampita a mano por las dudas, luego de ver la Maldición de Hill House. La Maldición de Bly Manor, sorprende positivamente al no ser una secuela de Hill House, sino una historia con ciertas conexiones, pero que pueden ser vistas independientemente una de otra. Victoria Pedretti, quien interpretó a Eleanor en Hill House, ahora encarna a Dani, una ex maestra americana que logra convertirse en niñera de Flora y Miles, dos niños huérfanos que viven en una mansión con cocinero, jardinera y ama de llaves incluida, en la campiña inglesa. La historia parece compleja y cada capitulo es un nudo mas, pero todo se vuelve sencillo al final, marcando así, un literal "desenlace".
El miedo sacude al oído y a la vista, los acordes tenebrosos anticipan el salto del sillón, y la oscuridad de la señorial mansión, se hacen preguntar a uno ¿ Por que no dejan las luces prendidas?
Sin embargo, Bly Manor, no paraliza como Hill House. Es un terror soft, donde la conciencia juega un papel preponderante.
¿Los recuerdos marcan nuestro destino? ¿La culpa es nuestro principal fantasma? La memoria se esfuma, mientras la verdad florece, y la valentía pone todo en su lugar.
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